Continuando con la Catalogación de Ermitas y Santuarios de Comodoro Rivadavia, desde la Dirección de Patrimonio, Cultural y Natural de la Secretaría de Cultura, hoy compartimos esta historia: Ermita de la Virgen Stella Maris, protectora de los navegantes en nuestra ciudad.
En el año 1964 el actual barrio Stella Maris era conocido como “Campamento 99”. Allí vivían, no sólo trabajadores del petróleo, sino también marineros que se ganaban la vida en alta mar. Fue entonces que, por iniciativa de Dante Mastro Di Casa, se construyó en un terreno, entre Eustaquio Molina y Saturnino López, una ermita a la Virgen Stella Maris, patrona de los navegantes, levantada sobre una réplica de la proa de un barco.
Josefa Koester, la vecina más antigua que vivió desde 1944 en el barrio, comentó que fueron Juan Bautista Mardone y Dante Mastro Di Casa, quienes construyeron la ermita y que en el acto de inauguración estuvieron presentes dos representantes de la entonces, Sub Prefectura Marítima,
Padrinos del barrio.
El Señor Dante, impulsor de la construcción de la ermita, vivía en frente del lugar donde se levantó la estructura de la proa del barco, sobre la cual se colocó una cripta con la imagen de la Virgen Stella Maris. Entonces no había capilla en el barrio. Recién en 1972 se comenzaron a oficiar las misas en un tráiler.
Josefa relató que esa época el barrio estaba formado por pocas cuadras pero los vecinos de Comodoro lo visitaban habitualmente porque se acercaban a disfrutar de la “Playa 99” donde, incluso con marea alta, había unos 300 metros de costa.
Dora, hija de Florentino Fernández y Angélica Riquelme, nieta de Florentino, recordaron que Don Fernández tenía una chanchería en el barrio y que cada mes de agosto, alrededor del día 18, en el que se celebra el Día de la Virgen Stella Maris, los vecinos festejaban en oración la conmemoración a la Virgen, junto a la ermita. Aún hoy, con el paso de los años, en algunas festividades, como el Día de la Virgen o el Día de los Santos, se realiza una misa, incluso en alguna oportunidad los jóvenes se caracterizan de Santos y se acercan a rezar a la ermita.
La Plaza donde se encuentra la ermita se la llamó más tarde de Los Pioneros. Por lo que, junto a la ermita, se eleva una estructura de cemento, donde se encuentran tres placas, una de ellas, colocada en el año 2002, lleva el nombre de los primeros pobladores del barrio, Ex Campamento 99: Jacobo Linnenbrinki, Agapito Bareilles, Antonio Gomez, Margarita Koester, Florentino Fernández, Amelia Arroyo, Erminio Llauco, Armando Riquelme, Juan Bautista Mardones, Juan Carlos Echaniz, César Groppa, Estanislao Mercado, Albino Panasik, Dante Mastro Di Casa, Florencio Penipil, Manuel Pérez, Dalmacio Miranda, Roberto Barrientos y Pedro Garnica.
¿Por qué la Virgen Stella Maris?
Nuestra Señora Stella Maris (Estrella del Mar) es un antiguo título de María (Madre de Jesús), que muestra a la Virgen como una estrella que guía a la gente de mar. Se trata de una devoción de muchos católicos y comunidades pesqueras costeras.
Para explicar la trascendencia y la fe en la virgen, la historia narra que una lancha de pescadores sufría embates de un mar embravecido. Sus tripulantes consideraban toda ayuda estéril y por consiguiente todo perdido. Sin embargo, no faltó quien, reclamando por el espíritu piadoso de esos hombres, rogaba que lo acompañaran en sus oraciones para que la Madre Celestial no abandonara a sus hijos que tanto la amaban. La respuesta a esa súplica no se hizo esperar: el mar se calmó lentamente y el grupo de hombres comenzó a gritar. ¡Hemos visto a la Reina del Cielo! ¡Somos bienaventurados! De esta manera siguieron con fe y esperanza la estrella que les señalaba el rumbo antes perdido, y consiguieron llegar a puerto. Las apariciones de la Virgen a los hombres de mar se sucederían con frecuencia.
Se ignora cuando se empezó a llamarse Stella Maris (Estrella del Mar) a la Virgen Protectora de los Marinos, pero consta que ya a principios del siglo VII, estos imploraban su protección cantando el Himno que así la nombra en su primer verso ¡Salve Stella Maris! Algún artista pintó la imagen de Nuestra Señora tal como la habían visto muchos marineros y pronto copias en láminas y estampas se esparcieron por el mundo. Más tarde, diversos escultores la reprodujeron en distintos materiales que también llegaron a todos los rincones de la tierra. Así, sobre todas las naves argentinas que surcan los mares, como desde hace siglos sobre todos los barcos del mundo católico, se proyecta la sombra protectora de la Madre de Cristo, en su advocación marinera de Nuestra Señora Stella Maris.
Referencias Documentales: Relevamiento DPCyN Año 1999. ACI Prensa católica. Entrevista: Catalina Ruiz, Josefa Koester, Dora y Angélica Riquelme, Franco Policichio y Miguel Echaniz.
Relevamiento y Catalogación de Ermitas y Santuarios de Comodoro Rivadavia. Dirección de Patrimonio Cultural y Natural, Dirección Gral. de Gestión Int. y Patrimonial, Secretaría de Cultura. MCR (Año 2020-2021).
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