En la Convención de la UNESCO de 1972, sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, se definió al patrimonio oral e inmaterial como "el conjunto de creaciones basadas en la tradición de una comunidad cultural expresada por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de una comunidad en la medida en que reflejan su identidad cultural y social: lengua, literatura, música, teatro y danza, juegos y deportes, tradiciones culinarias, los rituales y mitologías, conocimientos y usos relacionados con el universo, los conocimientos técnicos relacionados con la artesanía y los espacios culturales se encuentran entre las muchas formas de patrimonio inmaterial”.
Si nos referimos al Teatro en Comodoro como un legado cultural, en primer lugar resulta interesante destacar la historia de los edificios que fueron espacios de reconocimiento social para la puesta en escena de diferentes obras de teatro, muchos de ellos hoy están protegidos bajo la Ordenanza Municipal Nro. 12.087/16.
Dicha normativa incluye más de ciento treinta bienes de Valor patrimonial de Comodoro Rivadavia, entre ellos: el Teatro Español, el Cine Teatro de Astra, el Cine Teatro Comferpet, el Club Social y Cine de Diadema Argentina, así como también los teatros incluidos dentro de los Colegios Deán Funes y María Auxiliadora.
En nuestra ciudad, el teatro nació pocos años después del descubrimiento del petróleo, con el desarrollo y crecimiento poblacional del entonces pueblo de Comodoro Rivadavia, de la mano del cine, ya que eran las salas cinematográficas las que ofrecían un espacio para la presentación de diferentes espectáculos.
Es difícil hablar de la historia del teatro de aficionados en nuestra ciudad, sin referirse a la Asociación Española. Es que al poco tiempo de haberse creado esta Asociación, en 1913, quedó reflejado uno de los primeros actos de la institución, cuando decidieron gestionar ante Jaime Florit, integrante de la compañía de Zarzuelas y Operetas de gira por América y de paso por Punta Arenas, la realización de una función a beneficio, con la intención de recaudar fondos para la construcción de una sede propia. Esta función se realizó y se recaudaron 463 pesos.
Sin embargo, la compañía teatral se disolvió en Comodoro, quedándose en el pueblo varios de sus integrantes, entre ellos: Jaime Florit, Ramón Serrano, Lola Mendoza, Adelino Grotti y su señora, quienes comenzaron a desarrollar su vida artística en la naciente ciudad.
Bajo la valiosa dirección de Jaime Florit, se formó el primer conjunto teatral llamado “Juventud Unida”, integrado por las hermanas Corcoy, las hermanas Paz, Orlando Pessolano, David Hermida, Elena Álvarez, Juan Campoy, Antonio Baró y Francisco Martínez, entre otros.
Florit, quien animó a ese grupo de aficionados al arte y sus numerosas representaciones, se radicó definitivamente en Comodoro Rivadavia.